lunes, 31 de marzo de 2014

Conversaciones y revelaciones...




Tremenda conversación la de hoy mantenida con un Dominante. Y digo Dominante (con mayúsculas), porque me ha transmitido, ante cualquier otra cosa, una dignidad a su rol, que al lo largo de estos casi 18 meses, a penas he logrado oír decir otros que se creen semejantes a él.

Y ya no hablo de lo que significa la sumisa y su entrega para las personas dominantes, que de eso estamos muy cansadas de oír; estoy hablando de como se siente un Dominante en su papel como tal.

Nunca he deseado a un Dominante "perfecto" (pues me provocan desconfianza) y que alardee de gran experiencia o seguridad, sino un Dominante humano, capaz de asumir sus errores ante él y ante mi, con grandes dosis de HUMILDAD, aceptando que en ocasiones se siente inseguro aunque no me lo muestre exageradamente o con detalles como yo lo haría, pues es aprendiz en determinados momentos del camino lo que me demuestra la avidez de continuar aprendiendo...
Todo ello, no hace que vea a un Dominante menos Dominante, sino todo lo contrario. Hace que vea a un Dominante de valor lícito a la hora de guiar.
No es la primera vez que me ocurre, pues con el último Dominante con el que estuve, la cosa fue por esos derroteros (los que leíais el anterior blog, lo sabéis), pero dados los últimos acontecimientos ocurridos en mi vida, me resultaba difícil creer que lo que había oído y sentido, era real.

Esta frase que me ha dicho: "Pero, posiblemente, lo que él ofrece, nunca igualará las ansias de conocimiento y de aprendizaje de la sumisa" ha resonado muy dentro de mi, porque una de las cosas por las que me culpaba por mi último fracaso es por ésa avidez, ésas ansias de aprender que siempre me persiguen.


2 comentarios:

  1. "Cuius regio eius religio"
    Principio acuñado después de la paz de Westfalia que viene a decir que "Quien es el Dueño, impone la religión"...
    A menudo eso pasa en la relación Amo-sumisa que se fundamenta en que una vez iniciada el Amo exhibe su credo y la sumisa lo acepta...y si a esto unimos que las relaciones entre diferentes entes Amo-sumisa están regidas por la anarquía (pues no existe una organización supra-ente , tipo ONU, que tenga autoridad sobre esos entes Amo.sumisa), pues se da el caldo de cultivo perfecto para que la sumisa focalice su necesidad a través de su Amo y en cierta manera lo idealice...
    Pero a veces pasa que la relación se desborda por ambos lados..por un lado existe la posibilidad de que la sumisa necesite o desee mayor entrega, traspasando incluso la que su Amo puede darle, esto provoca reacciones, pero una de las mas difíciles de conseguir es que la sumisa sienta el deseo de entrega , de sometimiento, experimente esa paz que su sumisión le da...sin estar o sin tener un Amo...algo así como la entrega que una Monja tiene con Dios, sin necesitar para nada un párroco al lado..
    Por otro lado puede ocurrir que la sumisa necesite sentir imperiosamente esa dominación en forma de castigo..de hecho fisico o mental sobre ella..sin que exista voluntad dominante en ese momento del Amo..que se ve reducido(a menudo sin saberlo) a ser un simple torturador placentero personal de la sumisa...en estos dos últimos casos es precisamente la sumisa la que pone(impone) la religión y es la dueña del territorio( aunque exteriormente no lo parezca..)
    Pero y ese sería mi punto final en todas esas posibilidades no existen declaración de guerra, ni batallas, si acaso conflictos de baja intensidad y larga duración en la que nunca hay vencedores ni vencidos y como casi siempre pierde el que mas ha querido o el que mas ama...
    https://www.youtube.com/watch?v=YvHyUvG0YkM

    que suele decir si "nun tara ya fracasau"....
    Un bacci
    Shasha

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  2. Gracias por tu comentario querido Shasha...
    Enriquecedoras tus reflexiones, como siempre. Debo lanzar una defensa a favor de ambos: si el deseo es el equilibrio, en muchas ocasiones la parte sumisa puede estar entregando más de lo que el Amo puede asumir, pero quizá lo que ella necesite sea precisamente eso, encontrar el equilibrio.
    Siempre se debe hacer un ejercicio de autoreflexión, para conocerse lo suficiente. Solamente de ese modo, se podrá vivir en equilibrio tanto para uno mismo, como para la relación.

    Un abrazo,
    Mimi

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