domingo, 23 de febrero de 2014

Celos




Una vez se entra en un camino tan íntimo y profundo como es el de la sumisión, en la mayoría de las ocasiones, nos pensamos que por el mero hecho de aceptarlo, ya tenemos todo el trabajo hecho. Pues no. No es así.
Justo en el momento en que nos adentramos, es cuando REALMENTE empezamos a trabajar sobre nuestros tabúes, nuestros miedos y nuestras inseguridades adquiridas a lo largo de nuestra vida.

Yo fui una de ellas. Cuando me adentré y acepté mi sentimiento de sumisión, pensaba que ya lo tenía todo hecho, y que sería un camino fácil y lleno de rosas (el color de estas florecitas que lo ponga cada uno, a gusto del consumidor).
Pues bueno, os aseguro que no es así. Y no solamente tienes que lidiar con los factores exógenos, como estar muy atenta a los depredadores que te pueden acechar, sino, y sobretodo, debes estar muy atenta a tus pulsiones que en la mayoría de los momentos, vienen de un patrón arrastrado por la etapa vainilla recién abandonada.

Voy a poner un ejemplo muy claro para que se me entienda:

Siempre me he reconocido como una persona celosa, y por mucho que en la etapa vainilla me lo he intentado trabajar, no ha habido maneras.
Ya hace muchas semanas, que tuve un momento "Eureka" en cuanto a la entrega desde la más profunda libertad. Ahí empezó todo.
Charlando con una persona especial, teniendo sueños reveladores, y demás cosas que han hecho analizarme y situarme en este que considero ya como "Mi mundo", se ha ido gestando poco a poco, el momento definitivo de la "iluminación".
Los celos, en cualquier de las formas que se le quieran dar, son una patología, tanto para quién los sufre en primera persona, como para los que les rodean. Te limita la libertad en todos los sentidos de tu vida, pero lo más importante, te impiden avanzar, metamorfosearte y volar.
El sueño que hizo colocarme de sopetón en mi lugar decía así:

"Estaba en una mazmorra, y vi a una muchacha recibiendo azotes por parte del que era mi Amo. Yo llevaba una bandeja plateada, con dos vasos de agua. Me acercaba a él, me sonreía, y mirándome con ternura, complicidad y orgullo de mí, me anunciaba que acababa en unos minutos. Mi reacción fue de sentir una profunda complicidad, confianza, y entrega. Y no solamente hacia mi Amo, sino hacia mi propia naturaleza. Me sentía orgullosa de ser de su propiedad, me sentía orgullosa de mí, de mi entrega, porque al fin, me reconocía libre de aquella atadura que me había impedido ser feliz durante tantísimos años. Y no sentía celos porque mi Amo estuviera iniciando a aquella sumisa, sino todo lo contrario, me sentía cómplice.
Ese sentimiento, me enorgullecía en cientos de aspectos, y sabía que mi Amo, sentía lo mismo que yo.
Sentí que, por fin, había superado mi inseguridad. El BDSM lo había hecho posible."

Analizando este sueño de un modo consciente, tuve, por un momento, un conflicto interior importante, hasta que una voz interna me dijo "Chatina, ésto es BDSM, no es el mundo vainilla. Estás en otra liga...". De golpe, me sentí en mi sitio, que superaba la barrera egocéntrica y temerosa, y de nuevo una paz brutal inundó mi sentir.

¿De qué sirve que temer cuando te entregas a voluntad, y él te cuida y lo valora?
Y en el caso contrario, ¿de qué sirve entregarte a una persona que no valora tu sumisión y tu progreso personal?
Creo que de nada, excepto de no avanzar ni crecer...



2 comentarios:

  1. Aprender a aceptar las emociones que se perciben como negativas es otro paso imprescindible para aumentar la sensación de bienestar, aunque al principio pueda parecer contradictorio...
    Tememos tanto al sufrimiento que nos hemos convertido en expertos en su negación y en el arte de escondernos del mismo..si aceptamos lo que nos ocurre, en lugar de ceder a la rebeldía o a la desesperanza, recuperamos la fuerza necesaria para buscar soluciones...expresa con tu cuerpo tus sentimientos y que estos fluyan a través de ti, sean positivos o negativos, porque si no les das voz pueden acabar provocando a la larga, dolor o depresión..
    Identificar tu pensamiento limitante ( e.g. , los celos..) y asumir que no nos perturban los acontecimientos, sino la interpretación que elaboramos de los mismos es la clave del exito.

    Aún así me intriga el porque de dos vasos de agua..tenían que ser tres...o uno...

    Un bacci
    Shasha.

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    1. Así es Shasha.
      De hecho, el mero acto de escribirlo, acabó de dejar fluir todo el resto y lo pude soltar.
      Debo confesar que esta mañana he amanecido ya re-encaminada de nuevo hacia mi centro, después de días de turbulencias.
      La clave es esa, dejar que las emociones negativas te traspasen completamente sin, sobretodo, oponer resistencia, ni luchar contra ellas, pues así es como les niegas el alimento que las nutre. Pero te aseguro que es duro, y más cuando es un patrón aprendido (que no innato) y que se ha integrado tanto...

      Lo de los vasos, pues no lo sé. Recuerdo que en el sueño había dos muchachas (lo obvié describir), una a la que estaba azotando mi Amo, y otra que se estaba vistiendo después de haber recibido. Pero lo que sí recuerdo del sueño (algunos detalles son muy vívidos aún en mi retina), es que finalmente, solo Él cogió el vaso, mientras me guiñaba el ojo y me sonreía...

      Otro beso para ti.
      Mimishu

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